Nos encontramos en pleno periodo vacacional y existen variadas y múltiples formas de disfrutar, sufrir o pasar sin pena ni gloria esta época estival. ¿Tantas como personas?

  • Están los que se dejan llevar desde el primer día hasta el último, y ni se plantean a qué quieren dedicarse. Con dejar de pensar en sus obligaciones laborales, generadoras de estrés (si es que lo logran) tienen suficiente.

  • Otros se proponen hacer muchas de las cosas que no pueden permitirse durante el periodo laboral o escolar. Actividades que quieren realizar y les resultan inaccesibles por falta de tiempo, organización o logística personal y familiar.

  • Incluso están los que evalúan su primer semestre, y aprovechan para proponerse y planificar nuevos retos y objetivos a corto, medio y largo plazo.

¿Te identificas en alguna de estas situaciones? ¿Cuál es tu nivel de organización, planificación y evaluación vacacional? ¿Las programas pormenorizada mente o te dejas llevar por el entorno? ¿La estrategia que sigues te lleva a sentirte como deseas antes, durante y después del descanso? ¿Logras ver cubiertas tus expectativas o no te planteas ni quieres todas estas cuestiones?

En la mayoría de las ocasiones solemos proponernos cosas para HACER: pasar tiempo solos, estar con la familia, realizar gestiones pendientes, practicar algún deporte o hobby, leer ese libro que lleva esperando unos meses, visitar a algún amigo, lugar, museo, playa, ir a un concierto, hacer ese viaje que has estado organizando en los últimos meses… o simplemente descansar.

Como ya mencionamos en un artículo anterior, pararnos, reflexionar, antes de pasar a la acción, puede aportarnos otros puntos de vista claves. Es importante tomar conciencia antes de actuar. Plantearse algunas cuestiones que te gustaría hacer de forma intencional puede ser un buen punto de partida. Hablo de elaborar listados: de tareas, de gestiones pendientes (importantes y urgentes o no tan urgentes), de objetivos, de libros para leer, de lugares que visitar, de personas que te gustaría conocer, de amigos con los que organizar algún espacio… Siempre y cuando el nivel de organización no sea tan exigente que te estrese más que las obligaciones cotidianas.

Te propongo algo: ¿Qué te parece si en vez de hacer o no hacer, nos proponemos más SER y ESTAR? ¿Cómo quieres ser, sentirte y comportarte?¿Por qué no te planteas vivir y estar en el presente, en vez de retomar el pasado y anticipar el futuro?

De poco te sirve llevar a la práctica tu lista de tareas para HACER, si durante esos momentos has estado quejándote por la lluvia (en Asturias el tiempo pone muy a prueba nuestra actitud), por la falta de colaboración y empatía de tus acompañantes, por alguna cosa que no has traído o te falta, porque los planes no han salido según tus expectativas… Suele ser habitual que hagamos listas de enseres para meter en la maleta con el fin de evitar olvidos. Te invito también a visualizar, escribir o incluso diseñar un cartel-cuadro para pegar en el lugar donde pasarás tus vacaciones que recoja aquellas actitudes, emociones, valores, pensamientos que quieres tener y llevar contigo, aunque ni siquiera salgas del lugar donde pasas el año.

¿Quieres tener actitud de queja o de agradecimiento? ¿Quieres poner el foco en lo que está o en lo que falta? ¿Quieres ser una persona de agradable compañía o de la que se huya según se ve venir?

Puedes pasarte los días protestan do sin apenas darte cuenta: porque no “puedes” tener mentalidad de vacaciones, porque no entras dentro de lo entendido socialmente como tal (te encuentras en situación de búsqueda de empleo, te has inscrito en un curso, has suspendido y tienes que preparar los exámenes, te encuentras trabajando y no puedes disfrutar las vacaciones en periodo estival…), porque este año no te puedes permitir económicamente hacer ese viaje que tenías previsto, porque estás pasando una situación personal o familiar compleja… O puedes centrarte en agradecer y valorar lo positivo de la situación que estás viviendo, las personas que te acompañan y los momentos y espacios que puedes crear y compartir con tu familia y amigos.

Estas vacaciones te invito a meter en tu maleta una actitud de vivir, ser y estar. La lista puede ser tan extensa e intensa como quieras. Si te resulta, seguimos hablando en octubre.

Que SEAS y ESTÉS en unas buenas vacaciones.

Texto extraído de mi artículo en el Suplemento de La Nueva España – Ver artículo